El recuento de toda una vida...

¿Quién soy?

“Educar es ser un artesano de la personalidad, un poeta de la inteligencia y un sembrador de ideas”.

Dr. Augusto Cury.

Soy, Ana María Caballero Caballero, nací el 17de octubre de 1961, en Valle de Bravo, un pueblo muy pintoresco, lleno de vegetación y tradiciones; se le considera un lugar turístico muy importante a nivel mundial, que pertenece orgullosamente al Estado de México. Aunque me vine a la ciudad muy pequeña, guardo muy bonitos recuerdos de mi infancia.

Pertenezco a una familia muy numerosa, somos nueve hijos: Clementina, Elías, Gudelia, Ana María, Jesús, Acrisio, Kenia, Enna y Arquímides. Y gracias a la vida aún viven mis padres, Florencio Caballero Chamorro y Concepción Caballero Plata. Menciono a todos ellos porque me siento muy orgullosa de cada uno, ya que mis padres siempre estuvieron unidos y dándonos su apoyo para lograr nuestros sueños y metas. La única herencia que nos dieron fue el estudio y gracias a ellos, los nueve hermanos somos gente profesional y de trabajo.

En 1970 llegamos a Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México, siendo nuestra nueva residencia. Continúe mis estudios de 3° de primaria en el municipio, y de secundaria en el Distrito Federal.

Realicé mis estudios de de Normal Básica en la Escuela Nacional de Maestros de Capacitación para el Trabajo Industrial, cursando la especialidad de Electricidad.

Ya estando trabajando, con una antigüedad de 12 años de servicio, realicé mis estudios de Licenciatura en el Centro de Actualización del Magisterio del Estado de México (CAMEM); cursé la Carrera de Licenciado en Educación Media con la especialidad de Inglés.

Desde muy pequeña me gustaba acompañar a mi padre a su trabajo ya que era maestro rural; en el cual le daban casa junto a la escuela y mis hermanos mayores fueron sus alumnos; yo iba a jugar. Pero estando en primero de secundaria mi padre fue mi maestro de Historia y seguí admirando su profesión y queriendo ser algún día como él. Ahora a sus 82 años de edad siento que todavía me falta mucho camino que recorrer y me da mucho miedo el día que me falte y no poder escuchar sus consejos, anécdotas e historias de su vida. Pero como él siempre me ha dicho “Que la vida solo se comprende mirando hacia atrás, más solo puede ser vivida mirando hacia delante”.

Tengo dos hijos maravillosos, mi hija siguió el gusto que traemos en las venas por la docencia; ya que es maestra normalista de la especialidad de Español, la cual ejerce orgullosamente y con mucha dedicación.

Desde 1980 soy docente de telesecundaria, sistema de trabajo del cual me siento muy agradecida por todas las bondades que he recibido a lo largo de 31 años de conocerlo y de vivirlo; tengo la fortuna de seguir frecuentando y fomentando amistad con exalumnos de mi primera año de servicio, tener alumnos que sus padres fueron mis alumnos, tener alumnos que hoy en día son todos unos profesionistas y que van a saludarme. También a lo largo de toda una vida he sido afortunada de contar y fomentar valiosas amistades, que hemos compartido momentos buenos y momentos muy dolorosos, pero que estamos ahí para decir una simple palabra, “amigo(a)”.

A pesar de tantos años de servicio, el convivir diario con los adolescentes he aprendido que es fascinante educar la emoción; ya que al alumno le da seguridad, tolerancia, solidaridad y perseverancia ; también admito que dar y compartir, alimenta y vitaliza el alma. 

A lo largo de 20 años he participado en Carrera Magisterial; no he faltado a ningún curso y exámenes que convoca, estando actualmente en el nivel “D”. Satisfacción no únicamente por la parte económica, sino también, el poder aprender en cada curso algo diferente o actual para llevarlo a mí práctica docente.   

Actualmente estoy estudiando el Diplomado “Estrategias Didácticas para la Enseñanza de Competencias Informáticas Básicas”, porque como dice el dicho renovarse o morir.